Virginia G. Atarama Vásquez/IE Enrique López Albújar – Piura/virlup@yahoo.es
”La práctica educativa es algo muy serio. Posee la belleza e importancia, según como la miremos.
Participamos en la formación de los alumnos. Los ayudamos o los perjudicamos en esta búsqueda.
Estamos intrínsecamente conectados con ellos en su proceso de conocimiento. Podemos contribuir a su fracaso con nuestra incompetencia, mala preparación o irresponsabilidad. Pero también podemos contribuir con nuestra responsabilidad, preparación científica y gusto por la enseñanza, con nuestra seriedad y nuestro testimonio de lucha contra las injusticias, a que los educandos se vayan transformando en presencias notables en el mundo…”
P. Freire
Respondemos:
¿Qué ideas antagónicas plantea Freire?
¿Qué significa la expresión: “Que los educandos se vayan transformando en presencias notables en el mundo”
¿De qué manera contribuye con sus educandos?

Presentación

En los últimos tiempos y en especial los países de América Latina, han brindado gran atención a las políticas educativas y a la evaluación de la comprensión lectora. Y es que después de los resultados de la prueba PISA (2003), algunos países como el nuestro, se han preocupado no sólo en evaluar la comprensión lectora sino también en reorientar sus políticas educativas en vías de consolidar el hábito por la lectura y formar lectores críticos.



De Norden (2006), en su ponencia Lectura y Desarrollo expresa: “Las acciones que hemos emprendido parten de la convicción de que formar lectores es formar mejores ciudadanos y generar oportunidades de movilidad social y de desarrollo de los países. De ahí la necesidad de darle visibilidad a las relaciones entre la lectura y el desarrollo económico y social, proceso para el cual es imperativo construir sistemas de información adecuados e incorporar las transformaciones impulsadas por las tecnologías digitales”. La autora plantea que las acciones que vienen desarrollando en su país, para el fomento de la lectura lo constituyen la importancia de la lectura y sus implicancias en la formación de mejores lectores y mejores ciudadanos en el desarrollo de un país. Otra idea no menos importante que plantea De Norden, es considerar al nuevo analfabetismo digital, la más severa amenaza para el mundo en desarrollo; y considera que la brecha digital, tiene en los temas de infraestructura y acceso, las principales falencias. Manifiesta que el acceso, está mediatizado, entre otras cosas, por la capacidad de “leer” los contenidos que circulan por el mundo interconectado: los mismos de la sociedad de papel, multiplicados geométricamente, más la avalancha de nuevos conocimientos que cada día circulan por el mundo digital”. La autora nos pone en autos, sobre la gran cantidad de información que fluye en la Web, y que se necesita saber discriminar aquella que es realmente útil y valiosa; aunque la diferencia está en la forma de acceder a la información, el punto común es la capacidad de comprensión lectora que se debe poseer.



Es urgente y necesario estimular el hábito por la lectura pero también es crucial desarrollar habilidades para la comprensión lectora desde el inicio de nuestras vidas, involucrando en esta tarea a las familias y la comunidad educativa.



Si la estrategia es establecer el vínculo escuela-sociedad, entonces los docentes debemos preguntarnos, ¿de qué manera comprometer a los padres de familia en actividades para la promoción de la lectura y la comprensión lectora?, ¿de qué modo los padres pueden contribuir en desarrollar la comprensión lectora de sus hijos?



Actualmente existen varios enfoques y metodologías que nos signan el camino para formar buenos lectores. Hay paradigmas fonéticos, conductistas, y también constructivistas o cognoscitivos. Los maestros de los niveles de inicial, primaria, secundaria, nos vemos un poco confundidos y hasta deslumbrados con tanta variedad de formas y métodos. La verdad es que hemos sido formados dentro de paradigmas cuantitativos, que actualmente se denominan formas tradicionales de enseñar, hemos sido formados para transmitir un cúmulo de información, descontextualizada y desarticulada; sin valorarla, sin cuestionarla, sin reflexionar si será útil esta información en nuestras vidas. Basta echar una mirada a la evaluación y nos daremos cuenta que esta se realiza con el propósito de “verificar” la cantidad de información que ha sido capaz de almacenar un estudiante. Para este tipo de evaluación ser requiere que los alumnos repitan información factual o literal del curso o área de estudios, o quizás del texto que leyó; sin vivenciar su utilidad o aplicación. Por otro lado, los alumnos, están acostumbrados a realizar una actividad siempre que haya una nota, es decir, una recompensa. Situaciones como éstas, obstaculizan la innovación y la mejora de las prácticas de los docentes, y los aprendizajes de los estudiantes.



Pero, los acelerados cambios sociales nos exigen ser ciudadanos capaces de pensar en forma crítica y creativa, tomar decisiones, solucionar problemas, trabajar en equipo... Es preciso preguntarnos: ¿Cómo puedo mejorar mi práctica pedagógica en torno a la comprensión lectora? ¿Qué tipo de lector pretendo formar?



A continuación presentamos las bases teóricas de un modelo pedagógico propuesto para formar lectores críticos, creativos, capaces de dar solución a problemas de su escuela y comunidad. Se integran métodos desde el enfoque cultural y cognoscitivo.



Revisaremos algunos conceptos de comprensión lectora desde los enfoques cognoscitivo y cultural; habilidades de pensamiento, y tres niveles de lectura. Finalmente, presentamos un aporte a las actividades de comprensión lectora en aula y en el nivel secundario, que integran los enfoques cultural y cognoscitivo para superar los bajos niveles de comprensión lectora en la IE Enrique López Albújar.

I. EL CONTEXTO EN EL QUE ESTAMOS INMERSOS:

A NIVEL MUNDIAL



  • Vivimos una era en que “La información pierde vigencia o se transmite en forma fragmentada” y circulan grandes bancos de información con ayuda de las TIC”.

  • Aguilera, propone que debemos desarrollar en nuestros alumnos todas sus potencialidades para que se desempeñen con éxito en la sociedad de la información.

  • En este contexto es preciso formar seres pensantes, reflexivos, críticos y solidarios, responsables de la información que manejan, pero sobre todo que se desenvuelvan en un clima de afectividad.

  • Se necesitan capacidades para actualizar conocimientos en un mundo que cambia constantemente y donde predomina un alto grado de incertidumbre.

  • Estas habilidades son metacognitivas, de autoconfianza y autoconducción; habilidades de aprendizaje continuo (para toda la vida); habilidad para discernir información válida; habilidades de pensamiento creativo y crítico; para resolver problemas; para trabajar en equipo, etc.

  • Los bajos niveles de comprensión lectora corroborados por Pisa 2003, y a nivel Nacional por: MEDERE, CRECER y Unidad de Medición de la Calidad Educativa-2005 (UMC) (Nivel Inferencial).


  • A NIVEL DE LA IE:



  • Padres con escasos recursos económicos, leen con poca frecuencia y no apoyan a sus hijos durante las actividades de comprensión lectora; hijos que dedican muchas horas a ver TV o jugar play station u otros juegos electrónicos.

  • No hay planes de estudio que involucren a todas las áreas, y orientados a desarrollar y evaluar habilidades de pensamiento para mejorar los niveles de comprensión lectora.

  • La biblioteca, entendida como un “Almacén de libros”, invadido por la bulla y donde se transcribe información del libro al cuaderno.
  • II. CONCEPCIÓN DE LA COMPRENSIÓN LECTORA

    Desde un enfoque cognoscitivo, la comprensión de mensajes escritos es un proceso complejo que involucra muchos elementos inherentes al lector, al proceso de la lectura comprensiva y a las características del texto. Influyen las experiencias previas, las habilidades y hábitos de lectura que posee el lector. En cuanto a las características del proceso de lectura se destaca la metodología empleada. En cuanto al texto, se puede mencionar su complejidad y nivel de abstracción, el vocabulario, el contexto interno y otros contextos que vienen a la mente del lector al hacer la lectura.



    La lectura, desde el enfoque cognoscitivo, es un proceso interactivo entre un lector con un sistema cognitivo determinado y un texto escrito por un autor, que a su vez posee un sistema cognitivo. El autor deja en su texto pistas o instrucciones acerca de cómo debe ser interpretado su mensaje.
    En tanto, las habilidades metacognitivas para la lectura, permitirán que el estudiante guíe su pensamiento mientras lee en cada nivel, y se dé cuenta de qué frase o párrafo no está entendiendo y realice correcciones que den solución a su problema .



    Desde el enfoque cultural (Infante: 2000), numerosos estudios de tipo antropológico han demostrado la influencia de la cultura y del contexto en el desarrollo concreto de estrategias que están presentes en el acto de leer comprensivamente, como están presentes en las estrategias cognitivas.



    Alfabetismo no quiere decir simplemente saber leer y escribir un texto en particular, sino también aplicar dicho conocimiento para finalidades precisas en los contextos precisos de utilización. La naturaleza de estas prácticas determina los tipos de habilidades (consecuencias) asociadas al alfabetismo .

    III. LA FAMILIA Y LA ESCUELA

    Desde el punto de vista constructivista, se sostiene que es el contexto o ambiente el que influye en los aprendizajes del alumno (Sistema de valores ontológicos, sociales y culturales).

    Por ello se considera que los espacios que tanto la escuela como el hogar brinden, va a producir efectos positivos en la promoción y formación de hábitos de lectura, logrando que el individuo recurra regularmente, y por propia voluntad, a los materiales de lectura como medio eficaz para satisfacer sus demandas cognoscitivas y de esparcimiento.


    J. Pinzás, en los estadios para formar lectores , en el estadio Cero de la pre-lectura (0-6 años), enfatiza la estimulación para la lectura por parte de las familias y la escuela, explica que

    “La estimulación es vital, ya que los niños pequeños necesitan abundantes experiencias con el lenguaje oral y con el lenguaje escrito; que se dé respuesta a sus balbuceos, que se les converse de cosas pasadas y por venir, en suma se les muestre y lean cuentos
    .

    IV. EL TEXTO

    En la comprensión de textos, la interacción entre el lector y el texto es el fundamento de la comprensión, ya que en el proceso de comprender,

    el lector relaciona la información que le es presentada con la información que tiene almacenada en su mente. Aprende significativamente, si los temas son de su interés.



    Los docentes deberían elaborar sus textos con temas que son recogidos del propio lugar o zona donde se desenvuelven nuestros estudiantes, reconstruyendo su historia, sus intereses, su problemática, etc., utilizando al principio textos recreativos: Cuentos, leyendas, u otro tipo de textos narrativos. Más adelante se irán introduciendo vocablos más complejos y el uso de textos variados que contribuyan al estudio y la investigación de temas en otras áreas. En este contexto no sería de extrañarse que el alumno produzca textos, pues esta capacidad está ligada a la comprensión de textos, y el resultado de un buen nivel de comprensión se evidencia en un texto escrito (ensayo, resumen, informe, etc.).

    V. LAS HABILIDADES DE PENSAMIENTO

    En las escuelas de América Latina, como por ejemplo en el caso de México se impulsan programas para el desarrollo de habilidades de pensamiento. Si observamos el DCN, éste se orienta al desarrollo de capacidades fundamentales y específicas.



    Halpern, citado por Estévez (2000), establece que

    “pensar bien” significa hacerlo eficazmente, pensar con el fin expreso de hacer realidad algún objetivo específico.
    Es el tipo de pensamiento implícito en la resolución de problemas, en la formulación de inferencias, en la creatividad, en la toma de decisiones, etcétera; también se le conoce con el término “pensamiento crítico”, e incluye un componente “crítico” o metacognitivo, es decir, pensar sobre el pensamiento.



    Para enseñar a pensar se tiene que saber lo suficiente sobre el pensamiento. Es en esta búsqueda del desarrollo de habilidades de pensamiento que la mayoría de los investigadores reconoce: un componente activo de la mente conocido como los “procesos” o las “operaciones”, un componente estático conocido como las “estructuras” o los “esquemas” que están conformados por los conocimientos y la información adquirida y un componente dinámico que permite vincular los dos anteriores y es conocido con el nombre de “estrategias”.



    Algunos autores ubican este último como parte del primero, pero lo destacan como un proceso de alto nivel de complejidad cognitiva.



    a. Los procesos o las operaciones



    De acuerdo con De Sánchez, citada por Estévez E. (2000),

    los procesos pueden ser definidos como operadores intelectuales que actúan sobre los conocimientos para transformarlos y generar nuevas estructuras de conocimiento. Los proceso dan lugar al conocimiento procedimental,
    es decir, los procesos se descomponen en procedimientos los cuales generan estructuras mentales de tipo procedimental. Algunos procesos considerados básicos o elementales son: la observación, la comparación, la clasificación, etcétera; otros procesos, de mayor complejidad, son los implicados en la solución de problemas, la toma de decisiones, la creatividad, etc.



    b. Las estructuras o los esquemas.



    Las estructuras, en cambio, son entidades cognoscitivas semánticas en torno a las cuales actúan los procesos; son la materia prima indispensable para que ocurran las operaciones del pensamiento: hechos, conceptos, principios, reglas, teorías, que conforman una disciplina o un campo de estudio
    ; también son la información acerca de hechos o situaciones de la vida cotidiana. En este tipo de conocimiento semántico se ha centrado la enseñanza tradicional, un ejemplo de relación entre conocimiento semántico y procesos mentales es el siguiente: para comparar dos especies de seres vivos se debe contar con la información o conocimiento sobre las características de dichas especies, como con los conocimientos sobre cómo se realiza una comparación y, además, se debe ser capaz de hacerla.



    c. Las estrategias.



    Las estrategias se refieren al saber qué hacer y cuándo hacerlo, a qué clase de operaciones mentales se es capaz de aplicar ante diferentes situaciones de aprendizaje (Nikerson, citado por Estévez E. 2000).
    Las estrategias del pensamiento son mecanismos a través de los cuales se pueden relacionar los procesos y las estructuras, son heurísticos que dependen de las demandas del tipo de situación y del tipo de tarea; una misma estrategia puede servir a muchas situaciones, todo depende de que el sujeto seleccione uno o varios procesos que sean capaces de aplicar y que también sean los adecuados al tipo de situación y tarea. También se explica de este modo: los buenos pensadores no sólo cuentan con los procesos correctos, también saben cómo combinarlos dando lugar a estrategias útiles para resolver problemas. Ningún problema puede ser resuelto mediante un solo proceso de pensamiento en forma aislada, por ello debemos aprender a combinar dichos procesos en forma productiva (Sternberg, citado por Estévez E.: 2000). Por ejemplo, si se les pide a los alumnos estudiar las características de varias especies de seres vivos, lo más probable es que quienes carecen de entrenamiento en estrategias y procesos se dediquen a leer y traten de memorizar la información, mientras que los más expertos realizarán alguna actividad que les permita comparar las diferencias y las semejanzas entre las distintas especies (por ejemplo, emplear un cuadro o matriz), aplicando de este modo el proceso mental (comparación) requerido para el tipo de trabajo intelectual demandado.



    Los diagramas.



    Son herramientas de análisis que permiten visualizar las relaciones entre los diferentes personajes, conceptos e ideas que se manejan en un texto. Ayudan a lograr imágenes o representaciones mentales acerca de lo leído y facilitan la comprensión del tema. Permiten describir los patrones de organización de los textos