III. LA FAMILIA Y LA ESCUELA

Desde el punto de vista constructivista, se sostiene que es el contexto o ambiente el que influye en los aprendizajes del alumno (Sistema de valores ontológicos, sociales y culturales).

Por ello se considera que los espacios que tanto la escuela como el hogar brinden, va a producir efectos positivos en la promoción y formación de hábitos de lectura, logrando que el individuo recurra regularmente, y por propia voluntad, a los materiales de lectura como medio eficaz para satisfacer sus demandas cognoscitivas y de esparcimiento.


J. Pinzás, en los estadios para formar lectores , en el estadio Cero de la pre-lectura (0-6 años), enfatiza la estimulación para la lectura por parte de las familias y la escuela, explica que

“La estimulación es vital, ya que los niños pequeños necesitan abundantes experiencias con el lenguaje oral y con el lenguaje escrito; que se dé respuesta a sus balbuceos, que se les converse de cosas pasadas y por venir, en suma se les muestre y lean cuentos
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