V. LAS HABILIDADES DE PENSAMIENTO

En las escuelas de América Latina, como por ejemplo en el caso de México se impulsan programas para el desarrollo de habilidades de pensamiento. Si observamos el DCN, éste se orienta al desarrollo de capacidades fundamentales y específicas.



Halpern, citado por Estévez (2000), establece que

“pensar bien” significa hacerlo eficazmente, pensar con el fin expreso de hacer realidad algún objetivo específico.
Es el tipo de pensamiento implícito en la resolución de problemas, en la formulación de inferencias, en la creatividad, en la toma de decisiones, etcétera; también se le conoce con el término “pensamiento crítico”, e incluye un componente “crítico” o metacognitivo, es decir, pensar sobre el pensamiento.



Para enseñar a pensar se tiene que saber lo suficiente sobre el pensamiento. Es en esta búsqueda del desarrollo de habilidades de pensamiento que la mayoría de los investigadores reconoce: un componente activo de la mente conocido como los “procesos” o las “operaciones”, un componente estático conocido como las “estructuras” o los “esquemas” que están conformados por los conocimientos y la información adquirida y un componente dinámico que permite vincular los dos anteriores y es conocido con el nombre de “estrategias”.



Algunos autores ubican este último como parte del primero, pero lo destacan como un proceso de alto nivel de complejidad cognitiva.



a. Los procesos o las operaciones



De acuerdo con De Sánchez, citada por Estévez E. (2000),

los procesos pueden ser definidos como operadores intelectuales que actúan sobre los conocimientos para transformarlos y generar nuevas estructuras de conocimiento. Los proceso dan lugar al conocimiento procedimental,
es decir, los procesos se descomponen en procedimientos los cuales generan estructuras mentales de tipo procedimental. Algunos procesos considerados básicos o elementales son: la observación, la comparación, la clasificación, etcétera; otros procesos, de mayor complejidad, son los implicados en la solución de problemas, la toma de decisiones, la creatividad, etc.



b. Las estructuras o los esquemas.



Las estructuras, en cambio, son entidades cognoscitivas semánticas en torno a las cuales actúan los procesos; son la materia prima indispensable para que ocurran las operaciones del pensamiento: hechos, conceptos, principios, reglas, teorías, que conforman una disciplina o un campo de estudio
; también son la información acerca de hechos o situaciones de la vida cotidiana. En este tipo de conocimiento semántico se ha centrado la enseñanza tradicional, un ejemplo de relación entre conocimiento semántico y procesos mentales es el siguiente: para comparar dos especies de seres vivos se debe contar con la información o conocimiento sobre las características de dichas especies, como con los conocimientos sobre cómo se realiza una comparación y, además, se debe ser capaz de hacerla.



c. Las estrategias.



Las estrategias se refieren al saber qué hacer y cuándo hacerlo, a qué clase de operaciones mentales se es capaz de aplicar ante diferentes situaciones de aprendizaje (Nikerson, citado por Estévez E. 2000).
Las estrategias del pensamiento son mecanismos a través de los cuales se pueden relacionar los procesos y las estructuras, son heurísticos que dependen de las demandas del tipo de situación y del tipo de tarea; una misma estrategia puede servir a muchas situaciones, todo depende de que el sujeto seleccione uno o varios procesos que sean capaces de aplicar y que también sean los adecuados al tipo de situación y tarea. También se explica de este modo: los buenos pensadores no sólo cuentan con los procesos correctos, también saben cómo combinarlos dando lugar a estrategias útiles para resolver problemas. Ningún problema puede ser resuelto mediante un solo proceso de pensamiento en forma aislada, por ello debemos aprender a combinar dichos procesos en forma productiva (Sternberg, citado por Estévez E.: 2000). Por ejemplo, si se les pide a los alumnos estudiar las características de varias especies de seres vivos, lo más probable es que quienes carecen de entrenamiento en estrategias y procesos se dediquen a leer y traten de memorizar la información, mientras que los más expertos realizarán alguna actividad que les permita comparar las diferencias y las semejanzas entre las distintas especies (por ejemplo, emplear un cuadro o matriz), aplicando de este modo el proceso mental (comparación) requerido para el tipo de trabajo intelectual demandado.



Los diagramas.



Son herramientas de análisis que permiten visualizar las relaciones entre los diferentes personajes, conceptos e ideas que se manejan en un texto. Ayudan a lograr imágenes o representaciones mentales acerca de lo leído y facilitan la comprensión del tema. Permiten describir los patrones de organización de los textos